miércoles, 29 de julio de 2009

EnGaÑo cOLaTeRaL



Pasaban las semanas, los meses, los momentos, las situaciones. Creía incorporarme y asegurar mis pasos por el camino que, de empezar a recorrer un día, me ha convertido en su súbdito. Por momentos, incluso, me rehusaba a la idea de formar parte de un plan trazado previamente y del cual no podía escapar, y me contentaba con creer que al final de cada día había hecho cuanto había querido, sentido y decidido. Así transcurría el tiempo y yo actuaba mi vida como personaje de un guión que me había sido cedido por obra y arte de magestades y mecanismos ajenos a mi, de los cuales solo podía cuestionar aquello que mi mente osaba imaginar.
Casi sin quererlo, por las mañanas emprendía escenas desconocidas, sintiendo que la improvisación era la mejor virtud que la vida me había propinado, pero nuevamente y sin saberlo, me metía de lleno en las líneas que habían de ser mi obrar en cada momento.
Así, mientras la luna cambiaba de aspecto y los días se alargaban para después volver a acortarse, los escenarios iban cambiando de aspecto y de lugar. Los actores y artistas secundarios variaban cada tanto. A veces algún que otro personaje se resistía a ser sustituido, pero nuevamente la coerción divina no daba lugar a pequeñeces y cuestiones personales. Todo debía ir según lo establecido. Y muy a mi pesar, por desconocer y no comprender la naturaleza de los hechos, sufría cada vez que esto ocurría. Hasta que toques de claridad y consciencia - cedidos a mi intelecto en momentos inoportunos - me devolvían una noción que no era capaz de explicarme ni en los debates mas profundos que ocurrían en los recónditos abismos de mi mente.
A medida que el tiempo gastaba las pilas de los relojes, que se mareaban de hacer el mismo trabajo cada día, yo continuaba con mi carrera escénica creyendo que poco a poco los pedazos de realidad que se presentaban en forma de días, lograrían acomodarme para poder dejar de actuar y así comenzar a hacer realidad los sueños que me abatían en mis momentos menos conscientes. Aquello que luchaba por ser real y plantaba frente a la envestida de los vientos poderosos que moldean hasta los desiertos mas vastos de nuestro hogar.
Ciertos aspectos fueron siempre característicos de esta obra magna tanto ensayada. Aquellos, aunque pasibles de ser quitados o transformados, eran la constante que le daba un carácter singular a toda esta empresa. Estas constantes eran personas que permanecían, lugares que se transformaban junto a mi y mas que nada ideales y deseos que depositaba una y otra vez en seres distintos, pero que respondían a los mismos sentimientos.

Una vez escuche que un hombre le preguntaba a otro:
- ¿Cuantas veces has estado en pareja seriamente?
- Tres veces.
- ¿Y eran parecidas entre ellas?
(mientras el hombre pensaba y construía su respuesta sin poder darla claramente...)
¿No será que estamos enamorados de algo que buscamos en personas diferentes cada vez?

Esta escena me ha dejado reflexionando, pero sin ganas ni deseos de filosofar al respecto. Y la imagen de ella vino a mi. No podía escaparle. Nunca lo había conseguido y cuando pude hacerlo, no quise.
No se en que proporción me enamore de ella o de lo que esperaba de ella. Con el tiempo comprendí que lo que deseaba y sentía por ella, era en gran medida la esencia de lo que soy y de lo que espero experimentar en mi vida. Claro que, era bastante joven cuando me aventure a hacer realidad lo que quería. Hoy se que no funciona del todo así.
A pesar de esto, y haciendo eco de aquella conversación que escuche, creo que ese amor, el primero, el más sincero de todos, es el que sigo buscando aún sin ser consciente de ello. Como ocurre con los adictos a la heroína que cada vez buscan sentir ese único placer irrepetible que sintieron la primera vez que probaron la droga. Le suelen llamar "Riding the dragon" o "Cabalgando al dragón" si les suena mejor.
Así intentaba escapar del libreto escénico y perderme en la evolución, en mi progreso, en mi deseo de dejar atrás cosas para vivir otras totalmente diferentes. Y lo conseguía. Pero no era consciente de las constantes, de esas cosas que uno proyecta hacia lo que le rodea. No voy a ignorar los cambios fundamentales que propician que esperemos y deseemos cosas diferentes con el paso de los años, pero esto no ocurre a gran escala como sí pasa con los escenarios y los personajes.
Uno despierta cada día para hacer de forma diferente lo que hizo o intento hacer el día anterior. Y así cada día se convierte en una nueva oportunidad.
Conseguí vivir en paz con ese amor puro que una vez sentí por una persona. Y cuando eso ocurrió, dicha persona dejo de ser fundamental y se convirtió en un personaje mas. Aunque debo confesar que si eso que siento debe tener una imagen y un rostro, siempre vendrán a mi su sonrisa y el calor de sus labios. A eso lo llamo hacer historia, vivir y soñar con aquellas historias. Pero sin anclarse en ellas. Claro que es más fácil decirlo que hacerlo. A ver si mañana no me equivoco y me despierto para vivir mis sueños y no para soñar mi vida.

<< SoLo >>


Me lo hizo saber un personaje, ya no sé de qué libro:
"Cuando el mundo me ignora, yo recurro a mi sombra. Los projimíos y los projituyos, los prójimos en fin, me buscan en su olvido, pero allí no me encuentran, porque estoy en mí mismo, en mi olvido de veras.
Ya no sé ni mi nombre: ¿Para qué?, ¿Para quienes? Cuando el mundo me ignora, yo a mi vez, a mi turno, también ignoro al mundo.
La vida pasa afuera y el corazón me dice que yo paso en mi adentro y sólo así puedo juzgarme sin compasión malsana. Si me culpo o me absuelvo, sólo me importa a mí. La desmemoria va conmigo.
Por suerte no hay espejo; hace ya muchos años que no lo necesito. Yo bien sé como soy.
Que desperdicio."

M.Benedetti

martes, 28 de julio de 2009

Hola,
Aunque la mayoría de las veces, todo lo que pienso esta más cerca de los sueños y menos cerca de la realidad, siento que al menos alguna persona entra aquí, en este blog, a mirar que hay de nuevo, por simple curiosidad, quizá.
A esta persona, le pido perdón por no dedicar mas tiempo a esto, debido a millones de excusas que paso de detallar. No obstante, se han ido forjando algunos escritos. Algunos propios, y otros ajenos, aunque también propios. Mucho de todo esto, aún está en su formato original: papel y lápiz.
Procuro traer novedades en breve.
Un abrazo Enorme.
Martín
PD: Aquí dejo una pieza instrumental estupenda. SaLuD!!!