sábado, 26 de septiembre de 2009

Se VoS, NoMáS (y al mundo salvarás)



Buenos días. Es este mismo momento, en vez de estar escribiendo pensamientos debería estar transcribiendo un tema de la teoría que día a día tengo que estudiar.
Lo cierto es que el tiempo apremia. La organización es un menester. Y a mi, lamentablemente, siempre se me ha dado bastante mal. Pero bueno, uno pone en práctica habilidades desconocidas cuando realmente las necesita.
Creo que lo más importante para mi en este momento es hacer lo que me hace sentir bien.
La lucha, el sacrificio, el trabajo duro, son esfuerzos enfocados hacia unos proyectos, unas expectativas, hacia una esperanza que me redime de todos los males casuales y me centra en mi propio universo de una forma muy consciente y sobria. Es una sensación tranquilizadora, liberadora. Como cuando sales de tu trabajo después de ocho duras horas, pones un pie en la calle, miras a tu alrededor, te enciendes un cigarro y emprendes el camino de vuelta a tu refugio.
Bueno, algo así es lo que siento ahora. Como dije antes, aunque el maldito reloj sea dolorosamente imparcial, y quizás me convenga empezar a estudiar teorías y métodos...no me importa, ahora el tiempo es mio y de nadie más.
En este mismo momento, la música suena y acompaña mis palabras, el mate me entibia el alma y las tostadas me miran como diciendo: ¿Cuando nos vas a comer?, y yo aquí estoy rodeado de todos ellos (y de algunos más). Y comprendo que estoy haciendo lo que debo hacer, lo que surge de este día, lo que me adentra en un mundo precioso que alimenta mi vida.
(Y Serrat decía: "Aquellas pequeñas cosas")

Me cansé, ahora voy a dejar la palabrería y voy a permitirme ser más sincero. Pero solo por un momento.
Decisiones. Todo se trata de eso. Aparentemente la vida tiene que ver -en aspectos generales- con organizar prioridades. Uno intenta centrarse y ser fiel a sí mismo, y además pretende que esa fidelidad sea acorde a la realidad que nos rodea y no a ideales y utopías. Pero nada de esto tiene una lógica constante. Lo más enigmático es que la diversidad de la vida, al mismo tiempo que la hace maravillosa, también la hace terriblemente confusa e inexplicable en algunas ocasiones.
Y sí, no es un pecado. Hoy sábado, me levante triste. No se bien porque y no lo puedo explicar. Y como siempre pasa, así como la alegría contagia más alegría, la tristeza atrae más tristeza. Inevitablemente hay que campear el mal momento. Sé que la cuestión no está en ser una maquina y no tener emociones, en no estar nunca triste. La cuestión, el mérito, nuestro trabajo, en todo caso recae en ser fuerte, soportar y salir de la batalla de la tristeza como un caballero, con la cabeza bien alta, lleno de honor, de ese honor que nos brindan todas aquellas cosas por las que cada día nos levantamos con ganas vencer al mundo, al tiempo y a todo lo que haga falta.
Amigos, el ser humano es maravilloso, en todas sus facetas.
Las lágrimas desahogan y como dice mi abuela; "soldado que escapa sirve para otra guerra".
Mágicamente, los matecitos y todo lo demás, me hicieron sentir mejor. Y estoy preparado para seguir mi camino, porque, como cantaba mi hermanito -dejandome un gran mensaje-
"El que aguanta es el que existe". Y hoy tengo que existir, no solo por él, sino por todos los demás también.
Gracias por leerme.
Martín.
26/9/09

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